Una de las principales características en la obra de Sorolla y que es una constante en su carrera es el tratamiento de la luz. A través de los
efectos pictóricos trasluce su personalidad, su amor por la naturaleza, el gusto por el mar, el agua y, sobre todo, por las playas de Valencia,
su ciudad natal. En los cuadros de Sorolla, el sol calienta y deja ciegos los ojos con su resplandor, e incluso se puede oler el mar.
Otra de las características de la pintura de Sorolla es la inmediatez que produce las escenas representadas junto con una justa armonía en los
recursos utilizados en su realización.
Durante la época en que Sorolla acomete este tipo de pintura, comienzos del siglo XX, la costumbre era que los hijos de los obreros y pescadores
se bañaran desnudos, según se desprende de las fotografías de época y de retratos de varios artistas. Hasta los cuatro o cinco
años los niños y niñas se bañaban desnudos y a partir de esa edad, las niñas se bañaban en bata y los chicos lo
seguían haciendo hasta la adolescencia, momento en que ya se ponían el calzón corto.
Fuente: Luis José Cuadrado Gutiérrez. Responsable de revista Atticus.
El arte no tiene nada que ver con nada que sea feo o triste... ¿No es maravilloso... que los pintores modernos se dediquen al estudio de la luz del
sol? La luz es la vida de todo lo que toca... "la lumiére c'est la vie". Por tanto, "cuanta más luz en las pinturas más vida, más
verdad y más belleza". Joaquín Sorolla, 1912.
Joaquín Sorolla y Bastida, pintor.
(Valencia 1863 – Cercedilla (Madrid) 1923).
Joaquín Sorolla, fue un artista prolífico, que dejó más de 2.200 obras catalogadas.
Cuando apenas contaba con 2 años de edad, fallecieron sus padres. Al quedar huérfanos fueron acogidos, su hermana Eugenia y él, por su
tía Isabel, hermana de su madre, y su marido, de profesión cerrajero. Pasados los años, su tío intentó enseñarle,
en vano, el oficio de la cerrajería, advirtiendo pronto que su verdadera vocación era la pintura.
En 1894 viajó a París, donde desarrolló un estilo pictórico denominado "Luminismo", que sería característico de su obra a
partir de entonces. Comenzó a pintar al aire libre, dominando con maestría la luz y combinándola con escenas cotidianas y paisajísticas
de la vida mediterránea. En obras como La vuelta de la pesca, La playa de Valencia o Triste herencia, describió el sentimiento que producía la
visión del mar Mediterráneo, comunicando el esplendor de una mañana de playa con un colorido vibrante y un estilo suelto y vigoroso
Por aquel entonces Valencia le nombró hijo predilecto y meritorio, y le fue dado su nombre a una calle. Tras muchos viajes por Europa, principalmente
Inglaterra y Francia, celebró una exposición en París con más de medio millar de obras, lo que le dio un reconocimiento internacional
inusitado, conociéndose su obra pictórica por toda Europa y América. Expuso su obra en Nueva York en 1909 y cosechó un éxito
sin precedentes con obras como Sol de tarde o Nadadores, entre muchas otras. También lo hizo, en 1911, en el Museo de Arte de San Luis y en el Art
Institute de Chicago.
Fuente: wikipedia
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